Segundo capitulo
Entró en una especie de mini recepción
donde después de unas palabras y unas risas, élla salio con unas
llaves en la mano diciendo: hemos tenido suerte. Entramos en un
corredor limpio y bien iluminado con tres o cuatro puertas a ambos
lados; al ver el balanceo del culo de la mujer y la proximidad de
poder disfrutar de aquel cuerpo, cuando entramos en la habitación y
la mujer cerro la puerta. Los latidos de mi corazón volvieron a
poner mis mejillas al rojo vivo.
Mira que cuarto de baño, y que cama
mas grande, y empezó a jugar con el cambio de luces y el hilo
musical, algo que por aquel entonces era súper novedoso.
Evidentemente yo, no quitaba ojo de su cuerpo, deseando que empezara
a desnudarse.
Nos empezamos a besar, y de pronto ella
se hecho atrás, y sentados en la cama me dijo: Cariño tranquilo que
quiero que sea algo bonito y no hay que correr, hazme caso, sin no
te correrás enseguida.
Primero me vas desnudando despacio pero
no me quites ni las braguitas, ni el sujetador. La cosa fue
entretenida porque llevaba medias y liguero, pasamos al cuarto de
baño y me dijo: primero haz pipi o te da vergüenza, élla para dar
ejemplo se quito las braguitas y se sentó en el water soltando un
sonoro pipi.
Empezó a llenar la bañera, dándome
la espalda y dejándome de mirar, mientras, yo, por fin conseguí
hacer, mi pipi.
Me ofreció la espalda invitándome a
que le soltara el sujetador, después me dijo: puedes cógerme los
pechos desde atrás, con sus manos, guío las mías para que le
hiciera un movimiento envolvente levantando los pechos, a la par que
élla movía sus nalgas, rozando con mi erección.
Entramos en el agua y me hizo que le
enjabonara todo el cuerpo, mientras élla calmaba mis ansias con
algún chorro de agua fría. Salimos y nos secamos mutuamente con
cuidado y delicadeza, porque ella iva guiando con sus palabras mis
bruscos movimientos diciendo, mujeres no somos de mantequilla pero
tampoco de hierro, toca pero no aprietes, acaricia pero no tiembles y
siempre de abajo para arriba, que las cosas ya se caen solas por la
gravedad.
No recuerdo, como se llamaba élla,
pero si lo que mas repitió “Tranquilo” y “Suave”
Por fin, nos fuimos a la cama, primero,
quitó la colcha y la dobló delicadamente., me hizo quedar de pie, a
los pies de la cama, y aclaro, es para que puedas ensayar el salto
del tigre.
Se puso en varias posturas sexis, pero
con la mano me indicaba esperar, hasta que se puso con las piernas
abiertas, como un cangrejo y se puso un cojín bajo sus nalgas
levantando la flor del deseo, y entonces me invito al salto, pero
con un rápido movimiento hacia atrás, envió el cojín al frente, y
de poco yo lo perforo, se hecho a reír muy bien! jejeje y su risa
me contagio, y me hizo comprender que el buen humor y las bromas,
combinan bien con el sexo.
Por fin me dejo entrar y fue como un
volcán de placer, me abrazó fuerte y miro el reloj que había
dejado sobre la mesilla, se levanto de la cama y llamo por teléfono
interior y dijo vamos a quedarnos una hora mas.
Las cosas que allí pasaron, nos van a
dar para dos capítulos mas.