Pasadas un par de semanas, después
de haber cobrado la primera nomina y las comisiones de las primeras ventas.
Recordaba aquel canalillo, el perfume, la voz melosa sus labios y todo lo que imaginaba por
ver.
- Hola, otra vez por aquí.
- Me alegra que te acuerdes, la verdad
es que con muchas ganas de volverte a ver y que me dejes que te invite.
- Vale me pondré un Whisky
- Pues ponme a mi otro.
- Que fuerte vas hoy, no.
- He estado pensando en lo que me
dijiste, que solo trabajas de camarera, pero sin novio, tu cuerpo se merece disfrutar de
un experto como yo.
- Vaya con el chaval, tu que vas a
saber ...
- Pues es tu decides, si quieres
comprobarlo, te aseguro después de ver como lo hago querrás repetir.
Sin replicar se fue al otro lado de la
barra a hablar con el Jefe,, volvió a recostarse en la
barra frente a mi, esta vez mas melosa.
- La broma te va a costar cara, mi
whisky 20 el tuyo 15 mas los 25 que le voy a pasar a Raul serán 60 ptas. aquí, mas 25
para pagar por la habitación y 50 que me darás para mis caprichos, total tienes las 135
ptas.
- Si, pero no entiendo porque la
habitación ha subido de precio en dos semanas, y tu copa y la mía cuestan diferente.
- Tienes el dinero, o no ?que me
arrepiento pronto!!
- Si si, toma los 60, y cámbiame
estas 100 para poder pagar la habitación y lo tuyo.
A menos de 200 metros del bar en un
portal sin ninguna señal exterior de lo que ahí se cocinaba, en el primer piso nos abrió
una señora gruesa y con cara de muy pocos amigos que solo cuando tubo las 25 ptas. en su
mano cambio de cara y dijo ya se la habitación que te gusta guapa, la que da a la
calle, no, pues tienes suerte porque esta recién hecha, que la disfrutes.
Fue entonces cuando Zita me aclaro los
de las 25 ptas, es porque incluían propina para la
mucama.
Llego la hora de pasar a la acción, la
noche anterior me había auto premiado con dos pajas, y esto me daba alguna ventaja
para poder retardar la eyaculación antes los estímulos de la espectacular mujer que
me había propuesto complacer.
Ella hizo el ademan de empezar a
desnudarse, yo la detuve rodeando su cintura y volteándola frente a mi como si la
fuera a besar, avance suavemente hasta poder recostarlasobre la cama, y a pesar de que media
mas o menos 1,70 m. me resulto muy manejable.
Una vez sobre la cama, primero de
desabroche las tirillas de sus zapatos dejando los pies al desnudo, le pedí por favor que no
se moviera y rápidamente tome dos toallas del cuarto de baño, una de ellas bastante mojada
por un estremo con enjuague bucal. Ella se resistió
diciendo:
Que haces, que me ducho todos los días
Es que te los voy a comer,
y entre bromas y las cosquillas que le
hacia al deslizar la toalla húmeda entre sus dedos conseguí empezar a chupar cada uno de
sus dedos como si fueran los últimos y ricos percebes del cantábrico.
Después de este preámbulo de
caricias, la motive ayudándola a ponerse de pie y le fui sacando con delicadeza una rebequita,
la camisa y soltando los clip y la cremallera de la falda hasta que quedo sola frente a mi,
con bragas y sujetador.
Deje bien colocada sobre una silla toda
su ropa, y prepare con varias toallas, a modo de alfombra el camino de la cama al bidet.
Mis maestras me habían enseñado lo agradable que es, con el agua el punto de calor,
el enjuague de los pliegues de su flor del deseo.
Luego tomando sus pechos con las manos
por detrás como si fueran un sostén natural, la acompañe hasta la cama, rápidamente
me desvestí por completo, mientras ella me miraba con cara, entre sorprendida, extrañada
o expectante de lo que iba a suceder.
Como ya era un experto en el Salto del
Tigre la moví al borde de la cama y acomode un almohadón bajo sus glúteos para que
ofreciera la mejor vista de su flor con bellos rizos dorados. Saque de un bolsillo de mi
camisa una cajetilla de chicles Licor Del Polo a la par de que yo tomaba uno.
¿Y esto para que es?
Para que nuestros besos compartan el
mismo sabor.
En lugar de entrar mi miembro, por
aquel entonces ya erecto, donde era de esperar. Me deje caer de rodillas y con un oreja en
cada muslo su clítoris fue convenientemente atendido por mi boca, (No lo hagas sin
practica, cuidado que esto es difícil, tienes que haber comido por lo menos 12 coños
antes de valorarte como experto)
Entre lamida y lamida atiende a la
respuesta de la dama, busca la erección del clítoris y rodéalo con los dientes pero no se te
ocurra apretar, aprovecha tu nariz para apoyarla en el clítoris y liberar la lengua mas
abajo.
Después de unos 10 minutos con este
intenso juego, no hay mujer que se resista a tener el primer orgasmo, terminado este la deje
reposar 40 segundos para que terminaran sus espasmos de placer y le pedí que me
ofreciera la entrada en su ardiente flor, al estilo perrito para que yo pudiera terminar de
ser feliz.
El ventanal frente a la cama,
comunicaba con el balcón, los porticones entreabiertos dejaban entrar los rayos de sol
dibujando rayas sobre nuestros cuerpos desnudos con si estuviéramos vestidos con trajes
carcelarios antiguos.
Me ha gustado sentir tu miembro
correrse dentro mio después de haber tenido mi orgasmo.
Le dije, me complace que lo hayas
pasado bien, y pienso que la próxima vez el que debería cobrar el servicio debería
ser yo, no te parece.
Jjajajajaja, ni que estuviera loca,yo
no pago a ningún hombre.
Vale era broma.
Tuvimos mas encuentros pero hay uno en
especial que dará para otro capitulo.